Según abogado de la empresa, la acción amerita invocar la Ley de Seguridad Interior del Estado, pues constituyó un atentado contra el orden público
Una denuncia contra un agricultor de la zona -y de quienes resulten responsablespresentó la sanitaria Esval, en el marco de sucesivos cortes de agua que afectaron a miles de familias de La Calera, hace unos días. El representante de la empresa, abogado Juan Carlos Manríquez, interpuso una acción por los delitos de daños calificados e infracción a normas específicas de la Ley de Seguridad Interior del Estado.
El agricultor que está en el foco de la denuncia tiene una propiedad agrícola en el sector rural de Pachacamita, pero reside en Santiago. Las interrupciones -en perjuicio de las familias caleranasse registraron los días 29 y 31 de mayo, y 7 y 9 de junio de este año, respectivamente.
MANIPULACIÓN DE VÁLVULA Esval tiene en el sector de Pachacamita una tubería de conducción que se remonta, en un tramo, al año 1943. Otro segmento del ducto, en tanto, data de 1980. La tubería alimenta, puntualmente, al estanque de Puntilla Lo López, que abastece a La Calera y, en parte, a La Cruz. Los cuatro días ya mencionados, los cortes de agua se prolongaron, en algunos casos, por varias horas y generaron diversas complicaciones a los vecinos. Al indagar las causas de la primera contingencia, los especialistas de Esval determinaron que las interrupciones derivaron de una obstrucción en el paso del agua de la tubería, debido a la manipulación de una válvula, por terceros. Aquella vez, los propios técnicos de la sanitaria revirtieron el problema, cuando accionaron la válvula en el sentido correcto, al interior del predio del agricultor que ahora está denunciado.
IMPIDIERON EL CASO Días después, en medio de una nueva contingencia, los funcionarios de la sanitaria acudieron otra vez al predio para resolver la dificultad, pero en esta ocasión, trabajadores les dijeron que -por orden del agricultor hoy denunciado- habían sellado la cámara correspondiente (soldando las tapas) y que no podían dejarlos entrar.
Debido a las maniobras, el flujo de agua a La Calera bajó por momentos a 15 litros por segundo, versus los casi 100 litros por segundo de un periodo normal. Según la denuncia, existen videos que acreditarían la supuesta participación de un hermano del dueño del predio en la manipulación de la cámara donde se ubica la válvula. Dicha intervención se relacionaría con el accionar indebido de la válvula, y con el sellado de la tapa de la cámara para impedir el accionar de Esval.
“EXTREMA GRAVEDAD” El abogado Juan Carlos Manríquez detalló a “El Observador”:
‘`Esval ha denunciado hechos de extrema gravedad, toda vez que particulares, presumiblemente concertados para hacer exigencias improcedentes han intervenido instalaciones que conducen agua potable a la ciudad de La Calera, impidiendo, entorpeciendo y alterando el normal funcionamiento de este servicio público”. ‘Lo que en estas circunstancias -agregó el profesional- no solo configura el delito de daños calificados, sino también un atentado contra el orden público, previsto y sancionado en la Ley de Seguridad Interior del Estado, razón por la cual la Gobernación Regional y el delegado presidencial provincial debieran a la mayor brevedad, ejercer las acciones penales que la Ley les franquea